miércoles, 24 de agosto de 2011

JORDANIA - Día 2 : Ammán/ Castillos del desierto / Mar Muerto (15/6/2008)

Nos despertamos en nuestro hotel: Hotel Toledo, Amman, 3*. Antes de salir de España los comentarios que había leído coincidían todos en que un hotel de 3* en Jordania venía a ser como uno de 2* en España. Yo nunca he estado en un 2* de España pero la verdad es que a mí el Hotel Toledo me pareció muy al nivel de los 3* de España que he probado. Muy recomendable. Aunque lo que nos os puedo decir es si está bien situado para la gente que piense ir por su cuenta, sin viaje organizado, ya que como nosotros teníamos todas las excursiones organizadas no probamos a intentar llegar desde el hotel a la zona centro, siempre nos recogían en la puerta del hotel.

Vistas de Ammán desde la ventana de nuestra habitación en el hotel

En la puerta del hotel esperando que nos recogieran...


Recuerdo que mientras esperábamos a que llegasen a recogernos David hizo sus primeros pinitos con el Inglés hablando con un chico del hotel que había en la puerta y que nos estuvo preguntando de dónde éramos y si veníamos de vacaciones o qué. Creo que en ese momento me dí cuenta de que David iba a ser mi traductor oficial porque se notaba que entendía mucho mejor lo que decía el chico que yo (y eso que el inglés del muchacho tampoco era de Cambridge y hablaba despacito, si algún día me cruzo con uno que me hable como un Inglés de verdad voy a necesitar que me hagan señas jeje).

...como veis, las maletas fueron nuestras fieles
compañeras allá donde fuimos :D
Cuando llegó el minibús que venía a por nosotros vimos que ya habían recogido a las chicas así que comenzamos el viaje camino a los Castillos del desierto. Es una excursión interesante para comenzar el viaje. Visitamos los castillos de Kharraneh, Qasr Amra y el fuerte romano de Azrak. En esta excursión el guía te da la primera explicación acerca de la forma de vida Jordana de la época en que se usaban esos castillos, con ella empiezas a meterte un poco en la historia. Estamos en medio del desierto y resulta que estos “Castillos” en realidad eran fuertes, lugares de descanso de caravanas o palacios fortificados de la época de los Omeyas, Nabateos o romanos. No soy precisamente una erudita en historia pero tengo un par de amigos que saben un montón de estas cosas por si queréis tener datos más concretos: San Google y http://es.wikipedia.org/wiki/Castillos_del_desierto.

Qasr Al-Harraneh
Qasr Al Amra - con fragmentos de mosaicos y frescos medianamente conservados
(y en nuestra visita con un hombrito que nos deleitó tocando música con un
antiguo instrumento musical jordano, creo que se llamaba Rababa)
Fuerte de Azraq - Este castillo hizo de cuartel general de
Lawrence de Arabia durante la revuelta árabe

Después de visitar los casillos del desierto (y de bajar la maleta de una de las chicas de oro del mini-bus y abrirla en mitad del desierto para que pudiera coger algo que necesitaba, lo que provocó una imagen cuanto menos curiosa y un buen recuerdo jeje) continuamos viaje camino al Mar Muerto. Cuando llegamos comimos en un restaurante con piscinas súper azules que hay en la orilla. Según nos comentó el guía esas piscinas estaban sobre todo pensadas para los jordanos que van a pasar el día allí, pagan la entrada y así pueden darse un baño en agua dulce antes de volver a casa. Como anécdota contaré que a todos nos llamó la atención ver en la piscina a las mujeres con el velo negro cubriéndoles todo el cuerpo, la cabeza y la cara menos los ojos, y con guantes negros en las manos. Si lo piensas es de lógica, si van así por la calle para que nadie que no sea su marido pueda verlas no van a llegar a una piscina y quedarse en bikini, pero verlas así en esa situación y con el calor que hacía nos impresionó bastante.


Al acabar la comida nos dejaron a cada uno en nuestro hotel y a conocer el famoso Mar Muerto. He de admitir que aunque sabía lo que era el Mar Muerto nunca me había llamado la atención hasta que estuve allí. Tú oyes o lees lo de que se flota y te parece muy curioso pero hasta que no estás allí y de verdad te metes en el agua y no eres capaz casi de andar porque automáticamente te pones a flotar como un corcho no sabes lo que es. Creo que meterse en el Mar Muerto es algo que todo el mundo debería probar al menos una vez en su vida, yo si es posible espero repetirlo :). Las fotos no son muy impresionantes porque, como digo, no es lo mismo sentirlo que verlo o que te lo cuenten, pero ahí las tenéis:



Por supuesto también probé a embadurnarme el cuerpo con el lodo del mar muerto, que dicen que es muy bueno para la piel. Yo la verdad es que con esa vez no noté que mi piel mejorara mucho, pero a mi cuñada le traje una bolsita de barro del mar muerto y le vino genial para las zonas donde tiene un poco de soriasis, dice que fue estupendo (tendré que “sacrificarme” y volver algún día para poder traerle más :D ).